El parque Doramas, con sus jardines exuberantes, sus fuentes y estanques, ofrece un oasis de tranquilidad y belleza en medio de la ciudad. En él encontramos una rica vegetación, con palmeras centenarias enraizadas en este lugar desde los tiempos en los que fue un jardín privado, creado por los ingleses en torno al Hotel Santa Catalina.

Situado en Ciudad Jardín, el parque comprende una amplia extensión que se divide en tres áreas. La primera va desde la calle León y Castillo, donde se encuentra la escultura Atis Tirma, al hotel. La zona central incluye el Pueblo Canario y los jardines situados detrás del hotel, donde está el estanque principal —con patos, cisnes y carpas koi— y un anfiteatro, el Auditorio José Antonio Ramos, que acoge conciertos y otras actividades culturales.

Cruzando la calle Pío XII llegamos a los jardines Rubió, en cuyo manto verde destaca la escultura Planeta Ella, de la artista canaria Carmela García. El parque asciende por una montaña hasta el mirador de Altavista. A los pies de la montaña se encuentra el monumento a León y Castillo, obra de Mariano Benlliure.

Miguel Martín-Fernández de la Torre diseñó el parque Doramas en la década de los 50 del pasado siglo por encargo del Ayuntamiento, que había comprado el jardín y el hotel a los ingleses. El arquitecto canario contó con la colaboración de Nicolau Maria Rubió i Tudurí, arquitecto y paisajista menorquín.