Además de productos frescos y servicios, el Mercado del Puerto ofrece dos atractivos añadidos: su edificio, declarado Bien de Interés Cultural como ejemplo de arquitectura modernista en hierro forjado; y su variada oferta gastronómica, que hace de este mercado de abastos y sus alrededores un lugar donde disfrutar del ocio muy cerca de la playa de Las Canteras y junto al barrio de La Isleta.

El edificio fue proyectado por el arquitecto Laureano Arroyo en 1891, ocho años después del inicio de la construcción del puerto, y se levantó a principios del siglo XX sobre un solar que ya albergaba puestos de compra-venta de productos alimenticios. Fue ensamblado por técnicos de la compañía francesa Eiffel, la misma que dos años antes completara la Torre Eiffel de París.

Junto a la utilización del hierro, el mercado aportó como novedad la disposición en toda su planta de tiendas hacia el exterior del recinto. Algunos de estos locales funcionan como comercios y otros se han transformado, al igual que una parte de los puestos del interior, en establecimientos para comprar y degustar comidas de distintos lugares del mundo.