Las Palmas de Gran Canaria cuenta con un importante patrimonio arquitectónico racionalista gracias al arquitecto Miguel Martín-Fernández de la Torre, que introdujo las vanguardias europeas en los años veinte y fue además responsable del desarrollo urbanístico de la capital grancanaria en la primera mitad del siglo XX. El barrio de Ciudad Jardín, diseñado por Miguel Martín en los años 30, es todo un emblema del racionalismo, como también lo es el edificio del Cabildo de Gran Canaria.