El casco histórico concentra una gran variedad de locales de restauración, donde está presente desde la cocina de autor hasta la más tradicional. Bares, cafeterías, restaurantes… que en Vegueta, se distribuyen entre las calles Mendizábal y La Pelota, y en Triana, en torno a las calles Triana, Cano y Pérez Galdós.

Para comer al borde del mar se puede optar por la avenida de la playa de Las Canteras, con terrazas que abren todos los días del año y en las que hay una variedad infinita de opciones culinarias, al igual que en todo el entorno de la playa, desde La Isleta a la zona del Auditorio. En el barrio de Guanarteme, muy cerca de la playa, se encuentra uno de los restaurantes de la ciudad avalados con una estrella Michelin.

En el barrio marinero de San Cristóbal, el pescado fresco llega directamente de las barquillas que amarran en su muelle. Y justo en el centro de la ciudad, en Ciudad Jardín, está situado el Muelle Deportivo, donde se puede disfrutar de una buena comida con vistas a la bahía.

En Ciudad Jardín se localiza el Hotel Santa Catalina, que cuenta con dos restaurantes con estrella Michelin.

En la zona del puerto y del parque Santa Catalina se distribuyen establecimientos que ofrecen cartas de todos los colores y sabores, con una presencia notable de las diferentes cocinas del mundo. Muy cerca, en la zona comercial de Mesa y López, la calle Ruiz de Alda concentra una gran cantidad de locales de restauración.

Para quienes desean degustar los productos de la tierra, nada mejor que acudir a alguno de los mercados de la ciudad. El Mercado del Puerto y sus alrededores son otro punto de referencia para descubrir, en sus locales de restauración, la comida canaria y de distintos rincones del planeta.

Más allá del bullicio de la ciudad, la zona del Monte Lentiscal y Bandama, en Tafira, brinda la oportunidad de saborear la gastronomía canaria y descubrir los vinos de la isla, que cuentan con su propia denominación de origen.

• Ruta del Vino de Gran Canaria