El muelle Santa Catalina es la puerta de entrada a Las Palmas de Gran Canaria para los miles de cruceristas que cada año visitan la ciudad, escala tradicional de la ruta de cruceros. En la temporada alta —de octubre a abril— este muelle de cruceros registra una importante ocupación y ofrece una estampa singular del Puerto de Las Palmas.

Nada más salir del muelle estamos en el centro de la ciudad, en el parque Santa Catalina. Desde aquí se puede tomar la guagua turística, que cuenta con una parada a la salida del puerto, o utilizar otros medios —desde el transporte público a la Síticleta (servicio de bicicleta pública)— para disfrutar de la oferta turística de la capital grancanaria antes de continuar el viaje.