De la impronta y el legado que dejaron los ingleses en Las Palmas de Gran Canaria dan fe el puerto, las calles y plazas, los edificios, los comercios, los apellidos de algunas familias… y el British Club of Gran Canaria, constituido en 1908 como club social y donde hoy, siguiendo las costumbres y tradiciones británicas, se sigue jugando al bridge y se celebra el día de Saint George.

Abierto inicialmente tanto a británicos como a hombres de otras nacionalidades, bajo la presidencia de Peter Swanston, su primera sede fue el Hotel Rayo, cerca del parque de Santa Catalina. En 1912 se trasladó a la Casa Brown, al lado del Hotel Metropole (hoy sede de las oficinas municipales), donde el Club Inglés acoge en la actualidad a sus socios y ofrece también actividades y servicios abiertos al público en general.

Entre los personajes que visitaron el Club Inglés en sus primeros años están los duques de York (luego el rey Jorge VI y la reina Isabel), la escritora Agatha Christie, el aviador Charles Lindbergh y la soprano Eva Turner.